29 de enero de 2008

Quiero ver todos tus amaneceres

Si nos une el azar,
si vestimos a la realidad
con el mismo traje,
si podemos tener,
dentro de nosotros,
la oscuridad y la melaza,
si vibramos el uno por el otro
al mismo compás,
si la distancia y el tiempo
son como el jadear y un abrazo,
si tú quieres,
alba,
nada nos podrá separar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quiero, quiero, quiero, quiero, quiero, quiero...

Anónimo dijo...

No hemos practicado aún el mundo de la claridad. Seguimos estando en el orden solar, cuyo resplandor soberano tiene tan poco de claridad como su opuesto, la congelación lunar. (La visión mistérica es siempre de mediodía o de medianoche). Pero la puesta de los cuerpos en el mundo, su fotografía, se hace en la claridad que viene después de la luna y antes del sol. El alba es la delineación del rasgo distintivo, la presentación del lugar. El alba es el único medio de los cuerpos que no subsisten ni en la llamarada ni en la congelación (el pensamiento solar sacrifica los cuerpos, el pensamiento lunar los vuelve fantasmagóricos: uno junto al otro componen el Sistema Azteca-Austríaco, también llamado, para abreviar, la Metafísica).

[fragmento de "Corpus", Jean-Luc Nancy]