9 de abril de 2008

Angustia

Cuando se desea algo con fuerza impetuosa, cuando ese deseo ocupa todo nuestro ser llenándolo de calor y pasión, existe algo peor que el universo desoiga nuestros ruegos.

Y es: que estos se hagan realidad, pero seamos nosotros los que desoigamos la realidad de ese suceso mientras está en marcha. El eco de los días pasados suena como un lamento miserable, el futuro eclipsa a la esperanza, llenándola de temor porque no vuelva a suceder.

No hay comentarios: